Los 10 mandamientos según Nietzsche

Nietzsche, el martillo de las conciencias, no deja indiferente a nadie. Si una de sus ideas te penetra, puede dinamitar tus principios morales y lanzarte por el camino del crecimiento vital. Este camino es apasionante pero incompatible con la comodidad psicológica. ¿Realmente merece la pena perder tus certezas y tu estabilidad moral? Piénsalo bien, quizás lo mejor para ti sea pasar de largo y no leer este blog.

Sí a la fuerza


7º PRINCIPIO: sí al fortalecimiento que acumula fuerza, no al debilitamiento
 

No a lo que debilita y agota, sí a lo que fortalece y acumula fuerza 

No a lo que debilita y agota, sí a lo que fortalece y acumula fuerza. 
El adiestramiento tiene un sentido; la acumulación de fuerza. 
Debes crear un cuerpo de esencia superior, un primer movimiento, una rueda que gira sobre sí misma, un creador.  
No existen, ni los dioses, ni los derechos. Si te falta la fuerza, ningún todopoderoso te la dará, tampoco nadie te la ha quitado. 
Todo lo que se hace en estado de debilidad fracasa, moral: no hacer nada. 
Se quiere la debilidad cuando se es débil necesariamente. 
Todo lo que se hace en estado de debilidad fracasa, moral: No hacer nada. 
Los valores fundados en la renuncia, reducen la energía vital, así que empobrecen la vida y sitúan al hombre por debajo de sí mismo. 
Los valores morales sólo aparentemente están confrontados con los fisiológicos. 
El hombre tiene tantos derechos como fuerza. SPINOZA 
¿Qué es bueno? ser honesto, fuerte y disciplinado es bueno GONZALO RODRÍGUEZ   
Al final, lo único con lo que puedes contar, es con tu propia fuerza. KOESTLER
Este principio toca uno de los aspectos más populares de la filosofía de Nietzsche: su crítica radical a la moral cristiana. La debilidad no debe concebirse como algo positivo sino que ha de ser considerada un defecto a superar.  Pero no hay que concebir la fuerza como sinónimo de fuerza física. La fuerza para Nietzsche es la fuerza del espíritu,  la fuerza del apasionado.  Esta fuerza se refleja más en la mirada que en el músculo. Ahora bien, tampoco hay que rechazar la fuerza física porque normalmente esta suele ser una manifestación más de la fuerza de espíritu. Rechazar el fortalecimiento físico es a menudo un síntoma de debilidad. Además la debilidad física puede reducir la fuerza de espíritu. Por ello hay que evitar tanto la falta de entrenamiento físico, como el exceso que nos lleva a desperdiciar toda nuestra energía en esta actividad. En ambos casos acabamos debilitándonos.  

No hagas de tu cuerpo la tumba de tu alma 

No hagas de tu cuerpo la tumba de tu alma. PITÁGORAS 
La forma del cuerpo testimonia el todo del alma. WINCKELMANN
Debes crear un cuerpo de esencia superior, un primer movimiento, una rueda que gira sobre sí misma, un creador.  

 

La reforma de la sociedad no es una cuestión de principios, sino de fuerza 

La reforma de la sociedad no es una cuestión de principios, sino de fuerza.   
El que siembra privilegios recoge revoluciones. TILLICER 
El árbol de la libertad debe ser regado, de vez en cuando, con la sangre de algún tirano. T. JEFFERSON  
Una injusticia hecha a un hombre, es una amenaza para todos. MONTESQUIEU
Una institución que no tenga fuerzas para defenderse con las armas, es como si abandonara la lucha. AAHH
Las revoluciones antimilitaristas, fracasan en el momento en el que necesitan soldados para defenderse. AAHH
Donde falta la fuerza, desaparece el derecho, donde reaparece la fuerza, el derecho vuelve a resplandecer. BARRÉS 
 

La violencia de la fuerza no busca satisfacción en el mal ajeno porque goza en sí misma 

La violencia de la fuerza no busca satisfacción en el mal ajeno porque goza en sí misma. 
La violencia de la fuerza es ineludible, no buscada, es la fuerza que al expandirse se abre camino fruto de un movimiento expansivo jubiloso. 
La violencia de la fuerza, jamás se ceba el dolor que causa, nunca se asienta sobre el sufrimiento, sino que pasa más allá y sigue adelante. 
Es la fuerza que se expande sin freno, que transforma y fecunda todo. 
El gozo fecunda, el dolor engendra. BLAKE
Este aforismo es clave para entender el concepto de fuerza. La fuerza que busca la venganza o que busca debilitar al otro, es la fuerza del débil.  El fuerte de espíritu no tiene como objetivo aumentar la debilidad física, pero tampoco tiene como objetivo la fuerza física; simplemente se fortalece físicamente cuando despliega su pasión/energía. Aunque efectivamente la fuerza del fuerte puede hacer daño, este es un efecto indirecto, colateral, involuntario y no intencionado. Es una manifestación natural de la propia fuerza. Obviamente esta última afirmación es peligrosa y da lugar a situaciones indeseables. Hay que ser muy cuidadoso para compaginar esta idea de autocontrol de la que hablaré en el próximo principio. Me explico: una manifestación de fuerza que provoque o aumente la debilidad ajena, podría considerarse contraria a este principio. Es decir, si tu fuerza tiene unos efectos negativos en los demás que les hagan reaccionar contra el causante en forma de violencia reactiva, el resultado no es deseable. Por lo tanto hay que rechazar la manifestación incontrolada e irracional de fuerza cuando desemboca en el auto perjuicio.
Amo la libertad, por eso prefiero vivir sobre pieles que sobre honores y dignidades. 
Me burlo del invierno tomando un baño frío.